Con el entusiasmo que genera la transformación de entornos y el respaldo decidido de diversas entidades públicas, privadas y comunitarias, se inauguró la primera fase de la actividad “Manizales de Pinta”, en el marco del proyecto SIEMBRA. Esta iniciativa marca el inicio de una nueva etapa para el tradicional parque Minitas, en Manizales, y representa mucho más que una renovación física o artística: es un símbolo de articulación social, memoria urbana y cambio ciudadano.
El proyecto nace de la gestión interinstitucional liderada por la Dirección de Educación Policial (DIEPO), desde la Escuela de Carabineros Alejandro Gutiérrez, con el propósito de transformar entornos sociales a través del arte, el civismo y la apropiación positiva del espacio público. Esta primera fase, con una inversión cercana a los 20 millones de pesos, fue posible gracias a donaciones, gestiones institucionales y el compromiso de múltiples actores sociales.
Entre los aliados estratégicos se encuentran la Alcaldía de Manizales, a través de las Secretarías de Medio Ambiente y de Cultura y Civismo, la empresa EMAS, integrantes de la Junta de Acción Comunal, la Junta Administradora Local, comerciantes, artistas, líderes sociales y ciudadanos, quienes unieron esfuerzos por un objetivo común: revitalizar un lugar emblemático para la comunidad.
El parque Minitas ha sido históricamente un punto de encuentro para los habitantes del barrio y sectores aledaños. Por ello, esta primera fase pone especial énfasis en los adultos mayores, reconociendo su legado y su papel en la construcción del tejido social.
El diseño renovado incluyó la recuperación de senderos, zonas de descanso con frases emblemáticas que evocan la memoria afectiva, y un mural artístico realizado por la manizaleña Luisa María García, cuya obra simboliza el medio ambiente, la vida, la unión y la esperanza. Así, la comunidad puede ahora disfrutar de un espacio vibrante, lleno de color y significado, pensado para el bienestar y los encuentros pacíficos.
Más allá de la intervención estética, durante varias semanas se realizaron jornadas de sensibilización y pedagogía ciudadana, lideradas por los estudiantes de la Escuela de Carabineros. Estos espacios educativos abordaron temas como la convivencia, el respeto por el espacio público, el cuidado de mascotas, la correcta disposición de residuos y el comportamiento ciudadano. De esta forma, el proyecto se consolida como una estrategia de educación en servicio, donde la Policía se proyecta como un actor pedagógico y transformador dentro de la comunidad.
El impacto de “Manizales de Pinta” trasciende la belleza física del parque. Su objetivo es sembrar una nueva cultura del cuidado, el respeto y la corresponsabilidad ciudadana, fundamentales para construir una ciudad más digna y cohesionada.
La iniciativa continuará con una segunda fase, que intervendrá las zonas de juegos infantiles y de actividad física, y una tercera, proyectada hacia sectores aledaños, con el fin de consolidar un modelo replicable de transformación urbana con participación ciudadana.
“Manizales de Pinta” es una muestra de lo que ocurre cuando se construye en equipo. Una apuesta colectiva que devuelve a la comunidad espacios vivos, con identidad, memoria y propósito.