La Policía Nacional, se encuentra preparada para la segunda fase del Plan Éxodo de la Semana mayor, calculando una movilidad para el miércoles santo de un millón de vehículos, para lo cual desplegó un dispositivo de 23 mil policías en las carreteras nacionales que garantizarán la movilidad y la seguridad vial de todos los viajeros.
Es necesario destacar que la articulación de acciones de prevención y el control policial han sido determinantes para la disminución histórica de la accidentalidad en carreteras, en la primera fase de la estrategia institucional por una Semana Santa Segura y en Paz, la accidentalidad se ha reducido un 72 %, sobresaliendo la reducción en muertes en accidentes de tránsito, pasando de 107 fallecidos el año anterior a 30 este año. (77 vidas salvadas)
Estos guarismos que denotan la efectividad del plan, implicaron la ubicación y sanción de 4.274 infractores, especialmente motociclistas (803), vehículos en mal estado mecánico (589), adelantamiento en sitio prohibido (170) y transporte piratera (184).
Además, se desarrolló un trabajo de control con aquellos conductores que insisten en conducir bajo la influencia del alcohol, durante la Semana Mayor han sido inmovilizados 150 conductores ebrios. De esta manera hemos evitado incontables accidentes, toda vez que un conductor embriagado tiene 140 veces más posibilidades de accidentarse que uno en condiciones normales.
Los efectos inmediatos del alcohol sobre el cerebro son depresivos o estimulantes, dependiendo de la cantidad consumida. En cualquiera de los casos, el alcohol perjudica la capacidad de discernimiento, torna los reflejos más lentos y reduce la atención y la agudeza visual. En el aspecto fisiológico, el alcohol disminuye la presión arterial y deprime la conciencia y la respiración.
Así las cosas, la Policía Nacional hace una invitación respetuosa a los colombianos para que la Semana Santa sea una época de reflexión y recogimiento familiar y no un escenario de peligro por culpa del alcohol.