En el marco de una operación conjunta entre el Gaula de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, fue desarticulada una organización delincuencial conformada por tres hombres que se dedicaban no solo a hurtar motocicletas sino a extorsionar a sus propietarios para que entregaran cuantiosas sumas de dinero a cambio de un supuesto "rescate".
El modus operandi de esta banda era el hurto de motocicletas en el barrio Medrano y zona centrica de Quibdó, para luego ser entregadas a un hombre conocido en el mundo criminal como "beto" quien contactaba a las víctimas y les exigía el dinero. Si los dueños se negaban, los amenazaban con desguazar sus vehículos.
El quehacer criminal de estos hombres también estaba ligado al porte y tráfico de estupefacientes e instrumentalización de menores para la comisión de diferentes delitos. Las denuncias ciudadanas y labores investigativas permitieron evidenciar la forma como los delincuentes coordinaban el supuesto ‘rescate’.
Son solicitados por los delitos de extorsión, porte ilegal de armas de fuego y uso privativo de prendas de las fuerzas militares. Fueron cobijados con medida de aseguramiento en centro carcelario Anayancy de Quibdó.