Día a día salvaguardamos la Seguridad, reconocemos la Dignidad de la gente y custodiamos la Democracia.

Día a día sin límite de horario, los policías recorremos calles y campos, escuchamos el clamor de quienes habitan esta nación diversa y actuamos cuando la seguridad y la convivencia se ven amenazadas.

Nuestra labor se entrelaza con las historias de millones de ciudadanos y nos recuerda que la verdadera seguridad se sostiene en la convicción de proteger derechos, resguardar libertades y construir la paz. Los policías somos los aliados incondicionales de la sociedad y los defensores implacables de la vida. Por ello, nuestra misión se fundamenta en tres dimensiones esenciales: Seguridad, Dignidad y Democracia.

Seguridad

Más de un siglo de servicio nos ha enseñado que la seguridad significa anticiparse al riesgo, enfrentar la criminalidad y acompañar a las comunidades. Hemos elegido estar donde la violencia golpea las esquinas y una llamada de auxilio irrumpe; abriendo camino para instaurar el orden, la seguridad y la justicia. Por ello, los policías defendemos y protegemos lo más valioso: la vida y las libertades fundamentales.

Dignidad

Reconocemos que cada policía es un servidor público que representa el rostro del Estado Social de Derecho. Su bienestar fortalece nuestra capacidad de servir con excelencia. Un policía valorado, respetado y admirado, acompaña con empatía a quienes sufren, extiende su mano a quien más lo necesita y actúa con firmeza frente a quienes amenazan la tranquilidad de sus comunidades. Por lo tanto, al cuidar de los nuestros, encontramos la fuerza y la grandeza necesarias para proteger y defender a toda una nación.

Democracia

La defensa de la libertad de expresión, de la opinión y del Estado de Derecho nos permite salvaguardar los procesos electorales y garantizar que ninguna voz sea silenciada. Nos orientamos por los principios de igualdad, libertad y participación ciudadana, custodiando con honor la más sagrada expresión de la patria: la voluntad del pueblo.

Estamos allí donde la vida exige protección. Con decisión enfrentamos los riesgos y las amenazas, guiados por la responsabilidad social y el compromiso inquebrantable de consolidar la paz que Colombia construye día a día.

Hoy somos una institución que abraza la diversidad, innova frente a los desafíos y permanece allí donde se nos requiere. En cada rincón de Colombia siempre hay un policía honesto, profesional y humanitario que no se rinde, que guía y acompaña a sus comunidades, comprometido con la defensa de la vida y con el fortalecimiento de la convivencia que une a la nación.